ACUCAR: En Asturias, espiar, mirar a escondidas.

miércoles, 3 de octubre de 2012

ANAYET POR EL PASO DE LA CADENA


Suena el teléfono, Gemma y Javi vienen de visita desde León. Ya saben que el menú incluye montaña pero… Gemma ha visto el monte una vez en la TV y durante poco tiempo porque en otro canal ponían Los Serrano y no hay comparación. Esto me lleva a buscar una ruta sin complicaciones, con poca distancia, poco desnivel, pero a su vez elegante y que pueda añadírsele un plus final para que Rbkina y yo tengamos algo parecido a un training day.…¡uff, piensa Jorge piensa!..de pronto se me ilumina la bombilla ¡Anayet!, Ibones y quizá Vértice para Gemma y nosotros pediremos postre… Anayet. ¡Vamos allá!
Sábado 22 de septiembre, tras tomar un café malísimo en la gasolinera de Formigal, llegamos al parking del Corral de las Mulas (1.620 m), en el inicio del ramal que sube hacia el parking “Anayet” de la estación de esquí. El cielo parece un poco rarito hoy pero sin amenaza de lluvia. Con mochila de 35L, cortavientos, agua y bocata, el equipo habitual y los dos “leonesines” nos ponemos en marcha en torno a las 8:30 de la mañana, por la carretera que sube hacia la cafetería de la estación, es el tramo más tedioso, pisando asfalto y con telesillas como paisaje…Una vez superada la cafetería, frente a nosotros surge el sendero GR11 que tenemos que seguir. Tras caminar unos metros junto al arroyo que forma el barranco de Culivillas, el camino gira a la derecha cruzando al arroyo y adentrándose en el Barranco formado por las laderas de, por un lado Punta la Garganta y Punta Espelunciecha, y por el otro el Pico Culibillas y Las Arroyetas. Las vistas, ahora si, agradecen el paseo con un cielo azul intenso, colores verdes y rojizos en las laderas, el arroyo serpenteante.... El evidente sendero comienza a tomar desnivel de forma cómoda, pese a lo cual Gemma pasa a situación de coche escoba y pide tiempos muertos cada 5 minutos. Tras varias paradas, ibuprofeno, agua, desfibrilador, respirador artificial y transfusión incluidos, superamos la última subida y  llegamos a los Llanos. Una enorme sonrisa se dibuja en mi cara, el Vértice y el Anayet, se perfilan discutiendo cual de los dos tiene más altura y un majestuoso Midi parece anunciar...”Ladys and Gentleman, los Ibones de Anayet  les dan la bienvenida”(2.200 m).
Gemma no ve claro lo de seguir subiendo por lo que decide abortar la operación y nos esperará plácidamente tumbada junto a uno de los ibones. El resto del comando, Rbkina, Javi y yo, rodeamos el ibón por el marcado sendero de la orilla sur y nos encaminamos hacia el evidente collado (2.375 m) que forman el Vértice y el Anayet. Justo antes de la subida al collado, hacemos una pequeña parada para comer un plátano y continuamos ascendiendo las rojizas laderas del collado. Sopla el viento con fuerza y es bastante frío, por lo que decidimos ponernos las chaquetas para continuar la ascensión. Desde aquí, nos encaminamos hacia la izquierda por la evidente senda que lleva a la cima del Vértice de Anayet (2.559). Unas fotos, unas risas, estoy seguro que es el primer “Dosquini” de Javi, y nos vamos rápidamente de vuelta al collado. Tras un par de dudas Rbkina y un sorprendente Javi, deciden acompañarme y hacer cumbre también en el Anayet (Imposible resistir la tentación de este mítico). La senda sale del collado por el lado oeste, para enseguida, mediante un sencillo paso, cruzar a la vertiente este y dejarnos sobre el rojizo hombro del Anayet. Desde aquí vemos ya de forma clara el famoso paso de la cadena. Antes de alcanzarlo, debemos superar en zig-zag, una fuerte pendiente con pedrera inestable, al terminar la cual decidimos desprendernos de las mochilas y subir con lo indispensable, la cámara de fotos y un poco de agua. Llegamos al paso de la cadena, delicado en invierno con hielo y nieve, pero perfectamente asumible en verano, eso sí, no admite caídas. La cadena, que está situada como pasamanos en una placa inclinada, únicamente requiere respeto, por lo demás dejando el miedo en casa y con un poco de destreza se supera sin ningún problema. Exceptuando un pequeño tramo vertical, todo el paso se realiza de forma horizontal. Al final de la cadena unos metros por una senda nos dejan a la entrada de la sencilla chimenea que nos llevará a la cumbre. La chimenea no presenta ningún problema, prácticamente se hace caminando, salvo 2 puntos en los que se deben apoyar ligeramente las manos. Es recomendable extremar la precaución cuando hay gente por la caída de piedras. Esperamos pacientemente a que un grupo de jubilad@s franceses con caras desencajadas destrepen los últimos metros, y comenzamos a ascender. Superada la chimenea giramos a la derecha y nos aupamos a la cumbre del Anayet (2.545 m) dónde unas espléndidas vistas nos recompensan el esfuerzo. Segundo “Dosquini” de Javi en un día. Pese a las nubosidad creciente, todavía podemos distinguir al clan de los Occidentales, Annie, La Mesa, Petrechema, Acher, Bisaurín, también a nuestro fiel amigo el Midi, los Infiernos, Garmo Negro, y un sinfín de Picos que hacen de esta cumbre un verdadero balcón del Pirineo. Tras una breve charla con otros montañeros y alguna foto, nos encaminamos de nuevo hacia los ibones, por la misma ruta...Gemma  lleva un buen rato de espera y seguro que ya ha dado buena cuenta del bocata y de todo lo que llevaba en la mochila. La temperatura es agradable, así que nos “hacemos” unos bocatillas tranquilamente junto a los ibones disfrutando del entorno, y luego siguiendo la misma GR que nos trajo hasta aquí, regresamos hacia el coche. A Gemma le parece genial la idea de ir hacia abajo...esa percepción solo duró un rato...¿dónde estará el parking?...estas montañas no se parecen nada a Londres ¿verdad?.

Desnivel positivo acumulado: 1.109 m
Desnivel negativo acumulado:1.109 m
Distancia: 17,2 km 
Tiempo: Rbkina y yo la hicimos en junio en 5 horas, incluidas paradas y sacando fotos.

En el Corral de las mulas, Rbkina, Javi y Gemma preparada para la Formigal Fashion Week.
Después de la cafetería, el GR discurre junto al arroyo antes de girar a la derecha.
En este punto el camino gira a la derecha para cruzar el arroyo y remontar el barranco...comienza el Via Crucis de Gemma.
Esta portada de disco es la vigesimoquinta parada...(por deferencia familiar evito sacarla tumbada en el suelo)...última rampa para llegar a los Llanos de Anayet.
Llanos de Anayet, al fondo Vertice (Izda) y Anayet (Drcha), el sendero conduce al collado rojizo que forman los dos. Si, si, a mi también me parece imposible que el Vertice sea más alto...

Gemma abandona en este bonito sitio junto al Ibón, y vigilada por el Midi, se quedará esperandonos placidamente.


El collado entre el Vertice y el Anayet.
Un marcado sendero nos lleva hacia la cumbre del Vertice.

Llegando a la cima del Vertice, Javi se vuelve pensativo hacia el Anayet...¿Por dónde narices se sube ahí?

Subir al Vertice implica hacer la típica foto de las dos únicas montañas de orien volcánico del Piri, Anayet y Midi.
De vuelta en el collado. En la foto el camino al Anayet arranca por la ladera oeste (junto a mi codo izquierdo), para luego cruzar hacia la zona rojiza conocida como el hombro del Anayet. (Foto de archivo)

Contrastes sobre el Hombro.

Ya en el paso de la cadena, Rbkina Trepariskos negociando el tramo vertical.
¿¿De dónde eres recluta?? ¡Señor, de León, Señor! ¿¿De León?? ¡¡En León solo hay..."
La chimenea final.

Rebkina on the summit.


Posado en la cima del Anayet, cortesía de montañero anónimo.
Destrepando los últimos metros de la chimenea.
De vuelta al collado..Txulería natural
Volvemos, a ver si a Gemma se la ha comido un lobo o un oso.....
Llegando a Formigal Rbkina pensativa.....¡jodidos lobos nunca están cuando se les necesita!
...rumbo a Jiri...

Perfil de ruta

Mapa de ruta

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