ACUCAR: En Asturias, espiar, mirar a escondidas.

martes, 12 de marzo de 2013

INVERNAL AL TXAMANTXOIA


Miércoles 6 de marzo. Un paréntesis en la semana laboral unido al anuncio de ventana de buena meteo para la mañana de hoy, propicia que a las 7 y media de la mañana salgamos del parking del Hostal La Torre el estellés Raúl Arteaga y yo, cargados con todos los aparejos. Ante el anuncio de riesgo 4 de avalanchas para la jornada de hoy, consecuencia de esta surada que padecemos, nos decidimos por el comodín navarro antiavalanchas, el Txamantxoia. Así que curva p´aquí, curva p´allá, llegamos al Rincón de Belagua bajo una ligera niebla acompañada de orbayu que decimos en la Pola, y con la esperanza de disfrutar de esa ventana un tanto mermada, pero una vez aquí...gore-tex y p´adelante. La visibilidad es reducida, testeo un poco la nieve y hablar de nieve pescadería es quedarse corto, así que no sin cierto pesar dejo los esquís en el coche y me decanto por un día de raqueteo, mi primer raqueteo.
Preparado para mi primer raqueteo...
Para iniciar la ruta hay que cruzar el río Belagua y la mejor forma es por un puentecillo que hay en el km 40,800 de la carretera Isaba-Francia. Inexplicablemente, como en dos tontos muy tontos, dejamos el coche junto al restaurante Txamantxoia y nos comemos más de 2 km de carretera (...se admiten risas merecidas).
Nos calzamos las raquetas junto al puente y comenzamos a traquetear por la nieve, esto pesa menos que mis Dynafit, intentando hundirnos lo menos posible.
Tras cruzar el puente, atravesamos las fincas adyacentes a la carretera de forma perpendicular a ésta, hasta llegar al linde del bosque. Una vez aquí comenzamos a trazar una diagonal ascendente entre árboles, ramas y arroyos, sin ninguna huella evidente, salvo las de sarrios, ciervos y jabalís,  y guiándonos un poco por la intuición. L´orbayu parece que nos da tregua, salimos a un pequeño claro de árboles talados donde observamos con ilusión que la neblina quiere despedirse de nosotros y regalarnos alguna imagen del entorno. Poco después alcanzamos una pista forestal que recorremos durante escasos 50 metros para luego abandonarla por la derecha siguiendo la política requetera de to tieso, y tan tieso...la subida no tiene un solo descanso, ¡no hay tregua! que diría Barricada.
Atravesando el espeso bosque y poniendo a prueba cuadriceps y gemelos, salimos a una zona más abierta, que no menos pendiente, donde vemos las primeras trazadas de esquís de quienes tuvieron la suerte de catarlo el finde con mejores condiciones.
Mientras atravesábamos la zona boscosa el día se ha ido abriendo, y ahora luce el sol y sobra ropa, por el contrario la nieve va de mal en peor.
Primeras vistas de paisaje.
Atrás quedan ya los árboles y comenzamos a atacar la empinada pala que lleva al alargado cordal que da acceso a la cima, luce el sol y echando la vista atrás disfrutamos de una bonitas vistas, desde Arangoiti hasta Larra, lo cual invita a un pequeño pit stop en el que engullir un mínimo tentempié y renovar energías para afrontar el resto de la subida.
Al alcanzar el lomo cimero descubrimos con sorpresa que la acción del viento lo ha dejado sin nieve por lo que decidimos despojarnos de las raquetas, aunque el barro se pega a nuestras botas volviendo el camino  bastante pesado. Al inicio del cordal, que se hace bastante largo, descubrimos una pareja de sarrios en busca de sustento que se alejan veloces al intuir nuestra presencia, serían los únicos seres vivos que veríamos en todo el día. Entretanto la niebla comienza a cerrarse entorno a nosotros, dando por finalizada su tregua del día. En unos minutos estamos completamente rodeados, seguimos avanzando, tomando la precaución de separarnos lo más posible de los dos bordes, pero nos es imposible tomar alguna referencia y mucho menos ver la cima. Una pequeña subida, será aquí...no, no, parece que se ve algo más allá, otra subida, aquí, debe de ser aquí,...tampoco, parece que se intuye algo más allá, y así durante un rato...esto es una caja de sorpresas...hasta que alcanzamos una supuesta cima en la que hay un gran hito de piedras con una base topográfica de color amarillo junto a él. No vemos prácticamente nada, únicamente se intuye que a partir de este punto el terreno desciende, pues será la Cima... pues No (Al llegar a casa y descargar los datos registrados por el GPS veo claramente en el Topopirineos que nos han faltado unos 50 metritos de desnivel, pero bueno...¿quién se va a enterar?, un poco de photoshop, a Elizabeth Hawley le contamos una milonga y problema resuelto.)
Comenzamos a descender con cautela y dejamos la niebla anclada en la zona superior permitiéndonos una bajada agradable y sin cuartel en la que sacamos chispas de las raquetas y apunto estoy de comerme algún árbol.
Retornamos al puente unas 5 horas y media después, ahora toca la tontería de los 2 km de carretera...el que se haya reído antes ya no puede reírse ahora...
Pintxo de txistorra y cervecita de hidratación en Isaba, y vuelta a casa pensando en la próxima escapada entresemana...

Datos ruta completa
Desnivel positivo acumulado aproximado: 1.000 m
Desnivel negativo acumulado aproximado: 1.000 m
Distancia acumulada aproximada: 12 km.

Dificultad Esquí: Media-Fácil. Ojo en la loma cimera con mala visibilidad. El bosque es muy denso, con malas condiciones de nieve puede resultar complicado.



El puente que permite cruzar el rio Belagua.

Raúl intentando calzar las raquetas sin hundirse.


Primer claro del bosque  golpe de motosierra.

En el bosque.

Ni un paso atrás.

Lorenzo esforzándose por asomarse a vernos.

La pista.

Desafío extremo.

Pops up

El bosque comienza a ceder.



Última pala antes del cordal cimero.



Parece que la ventana comienza a cerrarse.
Un nuevo juego...busca la cima...


Foto de cima.

El puerto de Belagua

Raúl contemplativo en el cordal cimero.

Luces y sombras.

Soledad.


Regreso.



Mapa de ruta. *Incluye el tramo de carretera.

Perfil de ruta. *Incluye el tramo de carretera.


No hay comentarios:

Publicar un comentario